Viaje a Corea del Sur y Japón: Lo mejor de ambos mundos

Para sacar todo el partido a tu hanbok puedes visitar los palacios vecinos Gyeongbokgung o Changdeokgung (merece la pena especialmente por su Jardín Secreto, la joya de la corona). Después, pasarás por Insadong, un barrio lleno de tiendas de antigüedades y galerías de arte, y por Iwha Mural Village, un barrio super pintoresco en el que el arte callejero reina.

El día finaliza en la puerta Dongdaemun, símbolo de la ciudad y uno de los monumentos del país. Para que sea un día redondo, recuerda probar platos típicos como el bibimbap o el tteokbokki.

Luego, explora el Namdaemun Market, hay que recorrer con atención sus puestos de comida y artesanía, hay algo esperando por ti. Continuarás tu recorrido en el distrito comercial de Myeongdong, conocido por sus tiendas. 

Después de tantos estímulos, hay que relajarse paseando por Cheonggyecheon, un arroyo urbano restaurado que ofrece un respiro en medio del ajetreo de la ciudad. Termina el día en Gwangjang Market, donde podrás probar delicias locales como el bindaetteok (tortitas de frijol mungo) y el mayak kimbap (rollos de arroz adictivos).

Luego, te dirigirás a la Torre de Busán para contemplar las vistas desde las alturas de la ciudad y el puerto. Hay que sacar la foto. Continúa el día explorando los mercados Gukje y Bupyeong Kkangtong, para hacerte una idea completa de la vida local. 

Finaliza el día en Jeonpo Café Street, una calle conocida por sus cafeterías y su ambiente relajado. En Busán, no dejes escapar la oportunidad de probar el famoso sashimi fresco y el eomuk (pastel de pescado).

Tu día continúa explorando el centro comercial Shinsegae Centum City, uno de los más grandes del mundo, donde podrás encontrar literalmente de todo. Termina el día en la Playa Gwangalli, perfecta para ver el atardecer y el Gwangalli M Drone Light Show, un espectáculo de luces en el cielo nocturno.

Recuerda que comer es de lo más importante en Corea, hoy puedes probar el famoso dwaeji gukbap (sopa de cerdo y arroz) y el patbingsu (postre de hielo raspado).

Una opción es comenzar explorando el emblemático templo Bulguksa, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad con cerca de 1500 años de antigüedad. Después, puedes continuar con una visita a la Gruta de Seokguram, un templo en una cueva en el que encontrarás una estatua de Buda. Luego, te dirigirás al Tumuli Park, donde se encuentran las tumbas reales de la dinastía Silla. Las últimas visitas del día son a Cheomseongdae, el observatorio astronómico más antiguo de Asia, y a la Tumba Real Daereungwon.

Si prefieres un día más relajado en el que no tengas que pensar en transporte, puedes optar por un tour privado que te lleve al icónico puente Woljeonggyo y a la Gyeongju Traditional Village. Esta área más tradicional está repleta de cafés, tiendas y restaurantes, donde podrás degustar el ssambap, un plato típico en el que se envuelven arroz y otros ingredientes en hojas de lechuga.

Tu misión para este día es instalarte y dar un paseo por la zona. Descubrir las diferencias con Corea y poco a poco cambiar el chip. Lo mejor es buscar un pequeño restaurante local para probar tu primera comida japonesa auténtica. Tienes mucho donde elegir: sushi fresco, ramen humeante o incluso Yakitori callejero. 

Además, no olvides echar un vistazo a las tiendas de la zona. Encontrarás desde tiendas de manga y anime hasta tiendas de artesanía tradicional. Es el momento para empezar a conocer de cerca la auténtica Tokio, su gente, sus costumbres y su ritmo de vida.

Por la tarde, dirígete a Akihabara, el paraíso de los otakus y los amantes de la tecnología. Prueba un juego de realidad virtual, piérdete entre las tiendas de manga y anime o disfruta de un café en un original maid café.

Finalmente, concluye el día en Shinjuku, el distrito del entretenimiento de Tokio. Explora Kabukicho, conocido por sus luces de neón, sus bares y sus restaurantes abiertos hasta tarde.

A continuación, dirígete hacia Arashiyama, donde encontrarás el famoso Bosque de Bambú. Al adentrarte en este bosque, te envolverá una atmósfera mágica. Es un lugar perfecto para tomar un respiro y apreciar la belleza natural de Japón.

Luego, dirígete al Templo Todaiji para ver el impresionante Buda Daibutsu, una de las estatuas de Buda más grandes del mundo dentro del edificio de madera más grande del planeta.

Cuando caiga la noche, descubre las encantadoras callejuelas de Pontocho. Esta zona, con su ambiente tradicional y sus restaurantes ocultos, te dará una verdadera sensación de la antigua Kioto. Aquí, es posible que incluso veas a una geisha caminando por las calles.

Después, visita el impresionante Castillo de Osaka, que te ofrecerá una visión de la arquitectura feudal japonesa. Cuando caiga la noche, sumérgete en el ambiente nocturno de Dotombori. Esta zona es famosa por sus letreros de neón, restaurantes y tiendas. Pasea por el canal, prueba una variedad de platos locales y disfruta de la atmósfera de esta metrópolis.

Si prefieres un día más relajado, Osaka tiene mucho que ofrecer. Puedes explorar la zona de Amerika-mura, visitar el Museo de Historia de Osaka y sus vistas, hacer compras en Shinsaibashi o simplemente disfrutar de un día libre para descubrir la ciudad a tu propio ritmo.

Finalmente, es hora de decir «Sayonara» a Japón y dirigirte al aeropuerto para el vuelo de regreso a casa.